Una situación de descontento social puede acabar trayendo consigo tremendas consecuencias. En esta entrada hablaremos de un hecho muy concreto que mantuvo en
jaque a las fuerzas del orden inglesas: en 1605, una bomba amenazaba con hacer
saltar por los aires al Parlamento de Londres. ¿Qué pasó para llegar a tal
situación? Para entenderla debemos navegar medio siglo atrás.
Año 1558, la reina de Inglaterra Isabel
I llega al trono. Esto supone el triunfo del protestantismo en Inglaterra, lo
cual se traducía en persecuciones a los cristianos, discriminación y duros
castigos (a pesar de ser buena parte de la población, especialmente de la
nobleza). Así vemos que se establece la prohibición del ritual católico en aras
de conseguir la uniformidad religiosa.
La llegada al trono de su hijo Jacobo I,
en 1603, supuso la continuación de la intolerancia hacia los católicos. Algunos
de ellos, como Robert Catesby, pensaban que la situación mejoraría si el trono
lo ostentaba un monarca católico. Este noble, carismático y persuasivo, fue el organizador
de la conspiración, a pesar de que ahora el más conocido sea Guy Fawkes.
Catesby consiguió convencer de que mediante la extrema violencia acabarían las
persecuciones contra los católicos, esto se plasmaría volando el Parlamento y al
rey Jacobo I.
Alquilando un sótano del palacio de
Westminster, almacenaron la pólvora allí, para colocar de manera que cuanto más
daño causasen, mejor. Si el plan hubiese triunfado, no solo el palacio, sino
que todo en un radio de medio kilómetro hubiese sido dañado y/o destrozado.
Pero una carta anónima alertó de lo que iba a suceder, siendo Fawkes arrestado.
Este confeso tras ser torturado durante un día.
La reacción del monarca inglés fue
extraordinariamente prudente ya que no quería fomentar la tensión con los
Estados católicos. Además, el descubrimiento fue tomado como un importante
objeto de propaganda: por decisión del Parlamento inglés, desde 1606, todas las
parroquias organizarían el día 5 de cada mes un sermón para agradecer a Dios
que los salvara del complot católico.
Actualmente, Reino Unido “arde” durante
la “Bonfire nigth” cada 5 de noviembre. La tradición de hacer hogueras se ha
mantenido en muchos pueblos británicos, como Lewes, Ottery St Mary y Eden
Bridge, los tres al sur de Inglaterra, donde están las más populares y
pintorescas. Si quieres saber más, aquí puedes ver una reciente noticia.
Referencias
bibliográficas:
Fraser, A. (2005). La Conspiración de la Pólvora. Madrid: Turner.
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