Durante la Edad Moderna, la educación
experimenta una clara transición, muy influida por el contexto del momento.
En la Europa de la Reforma (siglo XVI) hubo
un importante impulso de la educación dada la importancia conferida a la
instrucción de la lectura. ¿Por qué? Pues esto estaba relacionado con una de
las principales demandas de los movimientos heréticos: la interpretación
personal de la Biblia (debemos recordar que el pastor era únicamente un guía,
de ahí la necesidad de que cada fiel supiese leer). Además, la Reforma también
fue importante al destacar que la educación era necesaria para todos,
promoviendo que fuese en la lengua vernácula (es decir, la del país nativo). El
papel de la Iglesia como monopolizadora del saber va perdiendo algo de fuerza.
Debido a la rápida expansión de la
Reforma, con el Concilio de Trento (1545 – 1563), la Iglesia católica trató de mejorar
su imagen (tan criticada por reformistas como Lutero), en el movimiento que
conocemos como Contrarreforma. En estos momentos fue cuando la Iglesia creó la
orden de los jesuitas, siendo uno de sus objetivos instruir a las élites de los
países católicos para que evitasen el contagio de las ideas protestantes. Tanto
en sus escuelas metropolitanas como en las de los monasterios más pobres se
reestructuró la enseñanza de la gramática, textos sagrados y teología, además
de las áreas de conocimiento de las escuelas de alto nivel.
De esta forma, vemos que los cambios en educación en esta época fueron muy vinculados a las ideas religiosas imperantes. La
aparición de la burguesía, de gran poder económico, en época moderna fomentó la
necesidad de un cambio hacia una mentalidad más abierta que el pensamiento
religioso medieval. Será con la Ilustración (siglo XVIII) cuando se alcance un
punto culminante en materia de educación.
En el siglo XVIII con la Ilustración, los
centros educativos europeos buscaron nuevos métodos didácticos como el uso de
dramatizaciones o actividades en las que los niños fueran más activos. También
se siguió dando el castigo corporal como anteriormente, pero ahora se trata de
limitar y reglamentar.
La educación entró en el ámbito político, ya que empezó
a ver como un instrumento para el progreso y la libertad. Sin embargo, el
sistema seguía siendo desigual y existía una discriminación social y de género,
por tanto, no fue renovador en ese sentido.
Referencias
bibliográficas:
Alonso Salas, J. (2012). Historia
General de la Educación. Tlalnepantla, RED TERCER MILENIO S.C.
Educación
en la Edad Moderna (en
línea) (consulta: 02.01.2018). Disponible en: http://educacionenlaedadmoderna.blogspot.com.es/
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