viernes, 5 de enero de 2018

Una educación en transformación

Durante la Edad Moderna, la educación experimenta una clara transición, muy influida por el contexto del momento.

En la Europa de la Reforma (siglo XVI) hubo un importante impulso de la educación dada la importancia conferida a la instrucción de la lectura. ¿Por qué? Pues esto estaba relacionado con una de las principales demandas de los movimientos heréticos: la interpretación personal de la Biblia (debemos recordar que el pastor era únicamente un guía, de ahí la necesidad de que cada fiel supiese leer). Además, la Reforma también fue importante al destacar que la educación era necesaria para todos, promoviendo que fuese en la lengua vernácula (es decir, la del país nativo). El papel de la Iglesia como monopolizadora del saber va perdiendo algo de fuerza.

Debido a la rápida expansión de la Reforma, con el Concilio de Trento (1545 – 1563), la Iglesia católica trató de mejorar su imagen (tan criticada por reformistas como Lutero), en el movimiento que conocemos como Contrarreforma. En estos momentos fue cuando la Iglesia creó la orden de los jesuitas, siendo uno de sus objetivos instruir a las élites de los países católicos para que evitasen el contagio de las ideas protestantes. Tanto en sus escuelas metropolitanas como en las de los monasterios más pobres se reestructuró la enseñanza de la gramática, textos sagrados y teología, además de las áreas de conocimiento de las escuelas de alto nivel.

De esta forma, vemos que los cambios en educación en esta época fueron muy vinculados a las ideas religiosas imperantes. La aparición de la burguesía, de gran poder económico, en época moderna fomentó la necesidad de un cambio hacia una mentalidad más abierta que el pensamiento religioso medieval. Será con la Ilustración (siglo XVIII) cuando se alcance un punto culminante en materia de educación.

En el siglo XVIII con la Ilustración, los centros educativos europeos buscaron nuevos métodos didácticos como el uso de dramatizaciones o actividades en las que los niños fueran más activos. También se siguió dando el castigo corporal como anteriormente, pero ahora se trata de limitar y reglamentar. 

La educación entró en el ámbito político, ya que empezó a ver como un instrumento para el progreso y la libertad. Sin embargo, el sistema seguía siendo desigual y existía una discriminación social y de género, por tanto, no fue renovador en ese sentido.

Referencias bibliográficas:

Alonso Salas, J. (2012). Historia General de la Educación. Tlalnepantla, RED TERCER MILENIO S.C.

Educación en la Edad Moderna (en línea) (consulta: 02.01.2018). Disponible en: http://educacionenlaedadmoderna.blogspot.com.es/

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